Cambiar es posible?
Será que en los tiempos en que estamos el tema del control emocional puede verse como una utopía? Será que aspirar a poder manejar con inteligencia nuestras reacciones emocionales en momentos de mucha presión es una labor titánica? Pues no, no lo creo, ya que la evidencia de todos estos anos de vivir, practicar, experimentar y enseñar a ejecutivos, amas de casas, estudiantes y profesionales de muy diversos campos académicos, todas las herramientas para desarrollar las competencias del lado derecho del cerebro, demuestran que no solamente es posible, sino que esta transformación del ser ha conducido al nacimiento de una nueva especie: una mucho mas feliz y realizada, mas conectada con el “cambio” desde una perspectiva de oportunidad que no amenaza, sino que aprovecha, que le sirve de empuje para salir al campo de la experiencia, es decir el día a día, que es donde se desarrollan la competencias y se demuestra el nivel de aprendizaje.
Así pues, cada vez que amanece un nuevo día y salgo al mundo, donde la velocidad del ritmo de la vida me lleva apuradita a cumplir con mi cometido, que es en donde se muestran una y otra vez las áreas “pendientes” y las áreas “consolidadas” de mi competencias de inteligencia emocional; veamos una situación hipotética: “Llegue al aeropuerto a las 4:10 a.m. y ya estaba la cola de 20 personas esperando que el personal de la línea aérea abriera operaciones para chequear, quienes se encontraban conversando pues no importa que, no empiezan antes de la hora de inicio preestablecida.
“pero claro, estamos en temporada!!, año tras año, viviendo la misma historia, es que será que la experiencia no les sirve para aprender que en esta época hay que duplicar al personal y entrenarlo para aprender a trabajar bajo presión??”, me digo en una conversación privada (conversación conmigo misma en donde “me pago y me doy el vuelto”), mientras en paralelo comienzo a buscar en mis adentros los recursos internos que me permiten conectarme con la competencia que requiero para esta ocasión y me pregunto: a que vine al mundo? e inmediatamente viene a mi la respuesta: …a ser feliz!!! Que me lo impide?... Yo, mi forma de observar esta situación, así que suelto mi mandíbula, dejo caer mis hombros y relajo mi cuello, miro hacia los lados y respiro profunda y lentamente, sintiendo como mis pulmones se ensanchan y se estrechan al soltar el aire por la boca, brindándome la “pausa” que necesito para cambiar de foco y centrarme en mi objetivo.
Ahora con un nuevo observador dentro de mi, saco mi libro de lectura: “El universo en un solo átomo” del Dalai Lama y nuevamente me pregunto: que habría hecho el Dalai Lama en esta situación?. Se habría puesto a meditar o como Jesús en un ataque de ira e incredulidad habría sacado a “trancazos” a los mercaderes (léase, empleados mal encarados y desconsiderados) del templo (léase, stands de atención de las líneas aéreas), nuevamente comienzo a hiperventilar y se acelera mi corazón, a través de mis pensamientos entro en la espiral de la ira… volví a perder el foco!.
Respiro, paro el pensamiento, reinicio el procedimiento, me centro y ahora si, en el “aquí y ahora” me permito disfrutar de la lectura, abstrayéndome completamente de las quejas y reclamos a mi alrededor, típicos de la temporada de vacaciones en los aeropuertos.
Todo esto es un ejemplo usual de cómo funcionamos en el día a día con las situaciones/personas (estímulos) que se nos van presentando y generando dentro de nosotros un movimiento energético que sin consciencia puede arrastrarnos a un “ valle de pasiones” de pura energía emocional desgastante, pero que cuando poseemos un buen grado de consciencia y de aprendizaje, podemos hacer uso de ciertas herramientas para crear estrategias en estos momentos de presión (donde la contingencia y la incertidumbre llegan a ser los protagonistas), que nos permitan desplazarnos a un estado emocional de aceptación y de paz.
Somos poseedores de la capacidad de decidir que cosas nos afectan y nos roban la paz y que cosas no, haciéndonos cargo de las mismas.
Cada vez que les doy el poder o la autoridad de controlar mis emociones a las personas o situaciones que me voy encontrando en el camino, es como si les entregara un hilo invisible y muy poderoso que les permite decidir por mi como me voy a sentir, lo que me convierte en un títere emocional de aquellos a quienes les entregue ese poder.
Y tu, tal vez estarás pensando: “…pero que le pasa a Waleska, es que no se da cuenta que yo tengo la razón?”, “es que no se da cuenta que todo el mundo esta equivocado?” “y yo, solo yo, tengo la razón!”, “como es que no me voy a enojar, entristecer o frustrar?”, “si son ellos quienes lo provocaron?”, “que otra cosa podía hacer yo?”
Allí esta el detalle! como decía Cantinflas en sus películas, tal vez, solo tal vez pudieras empezar a dudar un poco de ti y de que tengas la razón, para comenzar a querer ser feliz, pues como te roba la paz esa búsqueda constante de querer tener la razón! y después de todo, que te da el ansiar tener la razón? Solo te aporta un Ego más grande que te mantiene desconectado de tu verdadero ser y de los demás.
Por ello, hoy compañeros de camino, concentremos en ubicarnos en “el aquí y el ahora”, utilizando nuestro poder de “dar y quitar” la autoridad afectiva-emocional a aquellas situaciones/personas que nosotros elijamos de manera consciente, dejando de ser “victimas” de nuestro común “automatismo”, haciéndonos responsables de nuestras elecciones, y sin dejar de recordar que no elegir… es también una elección!!.
Para finalizar, les comento que estoy saliendo al aire todos los Lunes entre 6 y 7 p.m. con Gladys Rodríguez en el Circuito X, 89.7 FM, en un curso de Inteligencia Emocional por radio, mientras se pueda.
Por hoy, hasta aquí llega este monologo reflexivo que fantaseo sea una conversación con ustedes, maravillosos compañeros de camino, quienes amorosa y empaticamente me encuentran y me hacen llegar sus comentarios y preguntas constantemente, gracias a lo cual crezco y avanzo, me despido desde un espacio de ignorancia infinita, hasta la próxima encrucijada conversacional donde seguiremos abordando los temas de nuestra cotidianidad desde una perspectiva ontológica y de inteligencia emocional.
Tu coach en la web:
Waleska Pumar Lares
wpl357@yahoo.com.mx
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