The White Rose, the first anti-Castro organization founded, in January 1959.
Rafael Lincoln Díaz-Balart y Gutiérrez (January 17, 1926 in Banes, Cuba - May 6, 2005) was a Cuban politician. Diaz-Balart served as Majority Leader of the Cuban House of Representatives and Minister of the Interior during the dictatorship of Fulgencio Batista.
In 1955, he gave a speech before the Cuban House of Representatives in opposition to the amnesty granted to his former brother-in-law, Fidel Castro, for his involvement in the 1953 attack on the Moncada Barracks. Rafael Diaz-Balart was elected Senator in 1958, but was unable to take office due to Fidel Castro's rise to power on January 1, 1959.
He founded La Rosa Blanca (The White Rose), the first anti-Castro organization, in January 1959. He is the father of U.S. Congressmen Lincoln Diaz-Balart and Mario Diaz-Balart, TV news journalist Jose Diaz-Balart, and investment banker Rafael Díaz-Balart. He is the brother of Mirta Díaz-Balart, Fidel Castro's first wife. His brother, Waldo Diaz-Balart is a painter and a former actor in two movies by Andy Warhol in the 1960s. His father, Rafael Diaz-Balart was elected to the Cuban House of Representatives in 1936 and his brother-in-law, Juan Caballero, was elected to the Cuban House of Representatives in 1954.
Following his departure from Cuba Rafael Diaz-Balart spent the following years living in Spain as an insurance company executive with investments in real estate companies which developed property on the Spanish Riviera. He also spent several years serving as a diplomat for the government of Costa Rica in Venezuela and Paraguay.
He died on May 6, 2005 in his Key Biscayne, Florida home after a battle with leukemia. The building that houses the Florida International University College of Law bears his name, "Rafael Diaz-Balart Hall".
La Comunidad Cubana tiene más de 50 años huyendo del Castrismo. Hemos echado raíces y ramas hasta en el más recondito lugar del Planeta, pero nunca hemos perdido nuestra cubanía y diversidad. Es por eso que he querido titular mi Blog 'Los Colores del Exilio' como Homenaje y recuerdo a todos los emigrados. Vaya tambien a todos aquellos que por diferentes razones se han visto obligados a dejar su pais de origen a traves de todos los tiempos.
V
Tuesday, May 4, 2010
Tuesday, April 13, 2010
Monday, April 12, 2010
Wednesday, April 7, 2010
Wednesday, March 24, 2010
"Enterrados VIVOS"...Hector Maceda Gutierrez ( Esposo de Laura )
Enterrados Vivos (Pensamiento Critico)
Aqui pag...16
ETCSA, no sólo a la SINA, sino a ninguna embajada extranjera acreditada en el país.
- ¿Ud., no se da cuenta de ello? -argumenté.
- Yo no. Pero además, no creo sea cómo Ud. dice, sino como digo yo.
- El problema, oficial, es que estamos discutiendo hechos concretos y no su criterio.
A mi no me interesa, en última instancia, que opina Ud. al respecto. Ud. está obligado a
recoger en las actas la verdad y no lo que piensa. Esos conceptos resérveselos para cuando
sus superiores se los pidan. Analice lo que yo le digo. Observe los números y se percatará,
sin ningún género de dudas, que es como yo digo y no como Ud. cree.
Entonces el oficial tomó de mis manos la agenda, dejó a un lado la parte final que
recoge el directorio telefónico y comenzó a buscar por las tareas o compromisos
planificados. Soltó una sonrisa nefanda y manifestó:
- ¿También me va a decir que los números 900, 1100 y 200 no son claves y las
siglas ¨ T.M. ¨ tampoco representan sitios para identificar un lugar de cita con algún
funcionario americano?
¨ Será tan bruto este señor -pensé- que no se da cuenta los disparates que dice ¨.
Tuve que soltarle en la cara una sonora carcajada. Mientras yo me reía con ganas, él bufaba
como un miura. Luego de controlarme, le aclaré:
- ¡No, señor oficial! Esos números no responden a una clave supersecreta sino a las
horas en que debo estar en sala de máquinas de la SINA para navegar por Internet en la
computadora ¿entiende? Y ¨T.M ¨ no es un sitio de encuentro entre dos espías sino ¨
Tiempo de Maquina¨. Me oyó T.M. es igual a tiempo de máquinas.
Escribo de esa manera para ahorrar espacio y que me sirva de recordatorio. ¿Me
entiende ahora?
- No, yo no lo entiendo así -respondió.
- Pues si Ud. no lo entiende así, yo no tengo otra forma más clara para explicárselo.
No estoy de acuerdo con la absurda interpretación que Ud. le da a mis anotaciones.
Por esa razón ejerceré mi derecho a no firmar semejante líbelo, cien por ciento espurio.
- No me preocupa. Los testigos lo harán por Ud.-. Acotó.
- ¿Y de qué manera pueden validar dos testigos algo que desconocen totalmente y
que además han presenciado nuestra discusión y saben llevo la razón? ¿Es así como Uds.
miembros del DSE interpretan la acción de Temis? En fin, haga Ud. lo que le plazca, y
después consulté este proceder con su conciencia. Digo (…). Y corté la frase para no
ofenderlo.
Llamó a los dos testigos y estos hicieron lo que el militar les pidió. Luego me lanzó
una mirada de satisfacción. Yo le devolví otra de desprecio a él y a los dos testigos que
llevaba un mensaje: ¨ El odio, el temor y la falsedad son pasiones que corroen el alma ¨.
El tercer punto de inflexión se produjo cuando incluyeron dentro de lo ocupado mi
pasarte cubano, el de mi hija Christian, y el del yerno de mi esposa. Este último viajaría de
regreso a España dentro de unos días, sitio en el que reside desde hace poco más de un año.
Le expliqué se trataba de documentos oficiales, tramitados debidamente con la
Dirección de Inmigración cubana, pagados como correspondía y exigía el gobierno y por
consiguiente no tenían ningún derecho a ocupar los tres pasaportes. Sobre todo el de mi hija
que se encontraba de casualidad en mi casa al dejarlo olvidado y el del yerno de mi esposa
que tenía fecha de vuelo y reservación para el 27 de marzo, si mal no recordaba.
¡Pobre oficial! no entendió tampoco estos reclamos. Protesté airadamente. Casi lo
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ETCSA, no sólo a la SINA, sino a ninguna embajada extranjera acreditada en el país.
- ¿Ud., no se da cuenta de ello? -argumenté.
- Yo no. Pero además, no creo sea cómo Ud. dice, sino como digo yo.
- El problema, oficial, es que estamos discutiendo hechos concretos y no su criterio.
A mi no me interesa, en última instancia, que opina Ud. al respecto. Ud. está obligado a
recoger en las actas la verdad y no lo que piensa. Esos conceptos resérveselos para cuando
sus superiores se los pidan. Analice lo que yo le digo. Observe los números y se percatará,
sin ningún género de dudas, que es como yo digo y no como Ud. cree.
Entonces el oficial tomó de mis manos la agenda, dejó a un lado la parte final que
recoge el directorio telefónico y comenzó a buscar por las tareas o compromisos
planificados. Soltó una sonrisa nefanda y manifestó:
- ¿También me va a decir que los números 900, 1100 y 200 no son claves y las
siglas ¨ T.M. ¨ tampoco representan sitios para identificar un lugar de cita con algún
funcionario americano?
¨ Será tan bruto este señor -pensé- que no se da cuenta los disparates que dice ¨.
Tuve que soltarle en la cara una sonora carcajada. Mientras yo me reía con ganas, él bufaba
como un miura. Luego de controlarme, le aclaré:
- ¡No, señor oficial! Esos números no responden a una clave supersecreta sino a las
horas en que debo estar en sala de máquinas de la SINA para navegar por Internet en la
computadora ¿entiende? Y ¨T.M ¨ no es un sitio de encuentro entre dos espías sino ¨
Tiempo de Maquina¨. Me oyó T.M. es igual a tiempo de máquinas.
Escribo de esa manera para ahorrar espacio y que me sirva de recordatorio. ¿Me
entiende ahora?
- No, yo no lo entiendo así -respondió.
- Pues si Ud. no lo entiende así, yo no tengo otra forma más clara para explicárselo.
No estoy de acuerdo con la absurda interpretación que Ud. le da a mis anotaciones.
Por esa razón ejerceré mi derecho a no firmar semejante líbelo, cien por ciento espurio.
- No me preocupa. Los testigos lo harán por Ud.-. Acotó.
- ¿Y de qué manera pueden validar dos testigos algo que desconocen totalmente y
que además han presenciado nuestra discusión y saben llevo la razón? ¿Es así como Uds.
miembros del DSE interpretan la acción de Temis? En fin, haga Ud. lo que le plazca, y
después consulté este proceder con su conciencia. Digo (…). Y corté la frase para no
ofenderlo.
Llamó a los dos testigos y estos hicieron lo que el militar les pidió. Luego me lanzó
una mirada de satisfacción. Yo le devolví otra de desprecio a él y a los dos testigos que
llevaba un mensaje: ¨ El odio, el temor y la falsedad son pasiones que corroen el alma ¨.
El tercer punto de inflexión se produjo cuando incluyeron dentro de lo ocupado mi
pasarte cubano, el de mi hija Christian, y el del yerno de mi esposa. Este último viajaría de
regreso a España dentro de unos días, sitio en el que reside desde hace poco más de un año.
Le expliqué se trataba de documentos oficiales, tramitados debidamente con la
Dirección de Inmigración cubana, pagados como correspondía y exigía el gobierno y por
consiguiente no tenían ningún derecho a ocupar los tres pasaportes. Sobre todo el de mi hija
que se encontraba de casualidad en mi casa al dejarlo olvidado y el del yerno de mi esposa
que tenía fecha de vuelo y reservación para el 27 de marzo, si mal no recordaba.
¡Pobre oficial! no entendió tampoco estos reclamos. Protesté airadamente. Casi lo
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Sunday, March 21, 2010
"Cuba tiene que dejar de ser una de las mayores cárceles del mundo"
11:57
07 de marzo, 2010 Noemí Rodríguez.
El músico cubano Javier Fernández lleva 10 días en huelga de hambre "por la libertad".
El opositor está en el Consulado de Santiago acompañado por un amigo suyo. / N. Rodríguez
“Daré mi vida si es necesario por la libertad de mi país”, declara el músico cubano Javier Fernández a LA GACETA, cuando se cumplen 10 días desde que inició una huelga de hambre para denunciar la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo. Con una silla, un saco de dormir, varias pancartas y unas esposas que presiden el tinglado, Javier Fernández se ha instalado ante el Consulado de Cuba, en Santiago de Compostela, a escasos metros de la residencia oficial del Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Todavía con mucho ánimo y aspecto saludable, este cubano que llegó a Galicia como saxofonista de una orquesta en 1993, pide a las autoridades gallegas, españolas, europeas, Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos (OEA) que actúen para conseguir la libertad de los 200 presos de conciencia que están encarcelados por el Gobierno castrista. Por el momento, no ha habido ninguna reacción.
“Estamos en el siglo XXI y tenemos derecho a vivir dignamente, sin tiranos ni tiranías, sin callar y someterse por unas migajas. Cuba tiene que dejar de ser una de las mayores cárceles del mundo”, explica con ansiedad Javier Fernández.
Fernández, que se define como músico negro cubano, ha emprendido esta cruzada para apoyar a la madre de Zapata.
“Ella y toda la disidencia cubana afirman que fue un asesinato premeditado por el comunismo estalinista y totalitario, por pensar y discrepar pacíficamente de ellos”.
Acompañado en todo momento por su amigo y compatriota, Alexander Sancesario, el músico, de 37 años, está dispuesto a llegar hasta el final y dar ejemplo a su hija en la lucha por conseguir una Cuba Libre. “Cuba es de todos los cubanos y no de una minoría totalitaria, represora y corrupta que la ha secuestrado, degradado y contaminado, material y moralmente”, grita Fernández.
Estos días han sido especialmente duros porque fue desalojado por la Policía de un galpón cubierto donde se había instalado y ha tenido que pasar a la intemperie el frío y la lluvia que dejó el ciclón Xynthia. “Pero no tengo miedo a morir”,
dice con optimismo.
Mientras amigos, curiosos y periodistas se acercan a Fernández para darle apoyo, en el Consulado cubano va creciendo el nerviosismo. LA GACETA llamó para hablar con el cónsul, pero cuando la funcionaria supo el motivo de la llamada, colgó el teléfono automáticamente.
Sin embargo, en un comunicado del Gobierno cubano, difundido por el Consulado en Santiago, se afirma que Orlando Zapata cumplía condena por delitos comunes y sólo se le vincula a la contrarrevolución tras su ingreso en la cárcel, “manipulado”, dice, por elementos pagados por Estado Unidos.
“Zapata no era un preso común, era un preso de conciencia”, dice Javier Fernández. “Seguramente el cónsul piensa como yo, pero no puede secundar mi protesta porque tiene miedo como tantos millones de compatriotas que sufren la represión del Gobierno de Castro. Yo seguiré aquí y espero que mi cruzada valga para algo, que me tomen enserio”, añade.
11:57
07 de marzo, 2010 Noemí Rodríguez.
El músico cubano Javier Fernández lleva 10 días en huelga de hambre "por la libertad".
El opositor está en el Consulado de Santiago acompañado por un amigo suyo. / N. Rodríguez
“Daré mi vida si es necesario por la libertad de mi país”, declara el músico cubano Javier Fernández a LA GACETA, cuando se cumplen 10 días desde que inició una huelga de hambre para denunciar la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo. Con una silla, un saco de dormir, varias pancartas y unas esposas que presiden el tinglado, Javier Fernández se ha instalado ante el Consulado de Cuba, en Santiago de Compostela, a escasos metros de la residencia oficial del Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Todavía con mucho ánimo y aspecto saludable, este cubano que llegó a Galicia como saxofonista de una orquesta en 1993, pide a las autoridades gallegas, españolas, europeas, Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos (OEA) que actúen para conseguir la libertad de los 200 presos de conciencia que están encarcelados por el Gobierno castrista. Por el momento, no ha habido ninguna reacción.
“Estamos en el siglo XXI y tenemos derecho a vivir dignamente, sin tiranos ni tiranías, sin callar y someterse por unas migajas. Cuba tiene que dejar de ser una de las mayores cárceles del mundo”, explica con ansiedad Javier Fernández.
Fernández, que se define como músico negro cubano, ha emprendido esta cruzada para apoyar a la madre de Zapata.
“Ella y toda la disidencia cubana afirman que fue un asesinato premeditado por el comunismo estalinista y totalitario, por pensar y discrepar pacíficamente de ellos”.
Acompañado en todo momento por su amigo y compatriota, Alexander Sancesario, el músico, de 37 años, está dispuesto a llegar hasta el final y dar ejemplo a su hija en la lucha por conseguir una Cuba Libre. “Cuba es de todos los cubanos y no de una minoría totalitaria, represora y corrupta que la ha secuestrado, degradado y contaminado, material y moralmente”, grita Fernández.
Estos días han sido especialmente duros porque fue desalojado por la Policía de un galpón cubierto donde se había instalado y ha tenido que pasar a la intemperie el frío y la lluvia que dejó el ciclón Xynthia. “Pero no tengo miedo a morir”,
dice con optimismo.
Mientras amigos, curiosos y periodistas se acercan a Fernández para darle apoyo, en el Consulado cubano va creciendo el nerviosismo. LA GACETA llamó para hablar con el cónsul, pero cuando la funcionaria supo el motivo de la llamada, colgó el teléfono automáticamente.
Sin embargo, en un comunicado del Gobierno cubano, difundido por el Consulado en Santiago, se afirma que Orlando Zapata cumplía condena por delitos comunes y sólo se le vincula a la contrarrevolución tras su ingreso en la cárcel, “manipulado”, dice, por elementos pagados por Estado Unidos.
“Zapata no era un preso común, era un preso de conciencia”, dice Javier Fernández. “Seguramente el cónsul piensa como yo, pero no puede secundar mi protesta porque tiene miedo como tantos millones de compatriotas que sufren la represión del Gobierno de Castro. Yo seguiré aquí y espero que mi cruzada valga para algo, que me tomen enserio”, añade.
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