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Wednesday, December 29, 2010

Agustín Cervantes, España está contigo... ¡VIVE!

Monday, December 13, 2010

OPERACION 'MINCEMEAT' ~~~~"Se tragaron toda la carne molida"

El veneno para matar ratas no le ofrece a los desesperados una muerte fácil. Pero fue con eso que Glyndwr Michael, desempleado y sin techo en el invierno de 1943, decidió acabar con su vida.



De la morgue al mar
                                                     




Luego de estar tres meses congelado en una morgue su cuerpo fue llevado en barco a la costa del sur de España como parte de una intrincado plan para engañar a los nazis.



Los agentes de inteligencia Charles Cholmondeley y Ewen Montagu transformaron el cadáver en un soldado ficticio –el capitán William Martin– tras haber invertido meses creándole un pasado creíble.





Los objetos del ficticio capitán William Martin.

En sus bolsillos había un documento de identidad, talonarios de boletos y recuerdos de una novia.



Esposado a su muñeca llevaba un maletín con una carta con la inscripción "PERSONAL Y SECRETO", que identificaba a Grecia como un sitio a invadir por las fuerzas aliadas.



Grecia era un blanco simulado: el plan real era invadir Sicilia.



Cuando el cadáver fue encontrado flotando cerca del puerto de Huelva, se pensó que se trataba de un mensajero militar británico que había perecido en un accidente aéreo.



Las autoridades españolas decidieron que había que enterrarlo pronto, debido al calor y al hedor por su estado de descomposición, y colocaron sus pertenencias bajo llave.



Fue un período en el que había mucho espionaje y montajes. Pero Mincemeat fue una operación extraordinaria en tiempos extraordinarios



Amyas Godfrey, del centro de estudios de defensa Royal United Services Institute

Así, el alcohólico vagabundo galés terminó siendo enterrado con honores militares en un cementerio español bajo una lápida que llevaba el nombre de William Martin, RM (por Royal Marines o Marines Reales).



Michael/Martin no fue más que un objeto de utilería en la Operación Mincemeat, una invención de Ian Fleming -el creador de James Bond-, que fue puesta en escena por Cholmondeley y Montagu, los "pensadores locos" del Ministerio de Guerra del primer ministro británico Winston Churchill.



El médico forense de St Pancras -donde encontraron el cuerpo del vagabundo- sabía del plan, había encontrado un cadáver apropiado, sin heridas visibles, y falsificó los documentos para que dijeran que la familia estaba de acuerdo con que se usara. No era cierto: los padres de Michael estaban muertos.



Como corresponde con un engaño soñado por un novelista, la verdadera historia del oficial ficticio se convirtió en una película de Hollywood en la década del cincuenta, "El hombre que nunca existió", basada en el libro que escribió Montagu sobre el complot.


Como revela lo que ha estado publicando WikiLeaks, registrar las debilidades de los otros es parte integral de la información de inteligencia. Así como los papeles diplomáticos estadounidenses filtrados contienen comentarios poco halagadores de líderes de otros países, los archivos británicos de inteligencia de la época de la II Guerra Mundial dan detalles del carácter de los personajes claves de la Alemania nazi.




Son muy útiles a la hora de negociar... o engañar.



"Los creadores de Mincemeat basaron gran parte de su planificación en la personalidad de los espías alemanes. Esto tiene una gran resonancia moderna en los cables diplomáticos filtrados (por WikiLeaks)", le dijo MacIntyre a la BBC.

"Se tragaron toda la carne molida"


Los alemanes precisaron de varios intentos para hacerse con los contenidos del maletín y, tras una tensa semana, las fotografías de los documentos falsificados llegaron al escritorio de Hitler.





El cuerpo inerte de un vagabundo londinense ayudó a cambiar el rumbo de la guerra.

Se la creyó y mandó una división panzer con 90.000 soldados a Grecia.



Montagu y su equipo le enviaron un telegrama a Churchill: "Se tragaron toda la carne molida".



A principios de julio los Aliados atacaron Sicilia. La isla cayó con una fracción de las bajas que el Reino Unido temía.



"Poco después (el primer ministro de Italia, Benito) Mussolini fue derrocado", dice Macintyre.



"Obligado a hacer frente a esta invasión aliada del sur, Hitler canceló una enorme ofensiva contra los soviéticos. Los alemanes estaban ahora a la defensiva. El Ejército Rojo no se detuvo hasta que llegó a Berlín", agrega.



El rumbo de la guerra cambió completamente gracias, en parte, al cuerpo de un vagabundo puesto a la deriva en el mar.



Tomado de:

De cómo un vagabundo muerto engañó a Hitler


Megan Lane



BBC