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Saturday, April 23, 2011

DENUNCIA DE LA GOLPIZA A LA PERIODISTA INDEPENDIENTE: DIANA VIRGEN GARCIA GARCIA


Testimonio de la Bloguera y periodista independiente, Dania Virgen García

El pasado 15 de abril, tres activistas opositores y yo, Dania Virgen García García,
periodista independiente, fuimos severamente golpeados y detenidos por oficiales de la
Seguridad del Estado del departamento 21,
cuando nos dirigíamos a una reunión, en la
calle 106 y 51, en el municipio Marianao.

Mis acompañantes eran David Águila Montero, periodista independiente, Leydi Coca
Dama de Apoyo, y Michel Iroy Rodríguez presidente del Movimiento Impacto Juvenil
Republicano.

Llegando a la avenida 51, más de 20 oficiales nos rodearon, pidiéndonos carnet de
identidad. Después de estar cerca de 10 minutos en la esquina de 51, llegaron tres
carros patrulleros.

Los oficiales de la policía política Alejandro, Volodia, Abel, Tomás, Camilo, y otros,
se abalanzaron hacia mí, para introducirme en el carro patrullero a la fuerza. . Sobre
Michel y David se abalanzaron 6 ó 7 miembros de la brigada de respuesta rápida y
David fue inmovilizado por el cuello.

Leydi y yo fuimos conducidas a la unidad 7ma de La Lisa, David y Michel fueron
conducidos para la 5ta unidad de Playa.

En la unidad de la Lisa estaban esperándonos cerca de una veintena de oficiales, que
nos condujeron a Leydi y a mí para un salón que queda al fondo de la unidad. Allí dos
oficiales mujeres me aguantaron por las manos y me arrimaron hacia la pared, para que
una oficial le diera golpes a Leydi. Después de varios minutos, llegó el teniente coronel
de la unidad, acompañado por un grupo de oficiales, mujeres y hombres.

El teniente coronel me zarandeó duro por los brazos para obligarme a que yo hiciera lo
que el quería, al no hacerle caso, me dio una bofetada, le dije que si me volvía a dar yo
le iba dar por la cara como el mismo me había dado, entonces me siguió zarandeando
fuerte hasta cogerme por los brazos y torcérmelos con fuerza hacia atrás como si yo
hubiera sido un hombre, delante de todos los que se encontraban allí.

Aprovechando las tres oficiales mujeres que el teniente coronel me viraba los brazos,
me arrebataron la cartera, que me había negado a entregarles. La cartera se rompió y
perdí una memoria de 4 GB, y dinero.

Cuando fui conducida por el Tte coronel para el calabozo, la oficial que golpeó a
Leydi, me dio un bofetón y cuando el Teniente Coronel me encerró en el calabozo, el
calabocero me hecho spray en el rostro, era tanto el ardo que sentía, que pedí a gritos
que me llevaran a un médico, sentía ardor en los ojos, la cara, las manos y el pecho.
Pero no me llevaron al médico.

Después de suplicar que me llevaran al hospital, llegó un oficial vestido de civil, que
quería conversar conmigo, le contesté que si quería entrevistarme me llevara primero al

médico. Me respondió que me llevaría al médico y me sacó del calabozo. Fui esposada
y conducida hacia la unidad de la policía de la calle Aguilera, en el municipio Lawton.
Mientras me llevaban, como no podía abrir los ojos, los policías que iban conduciendo
el carro patrullero, con burlas me dijeron ya llegamos a la Liga contra la Ceguera.

De la unidad de Aguilera fui llevada al Hospital Miguel Enríquez, donde también fui
maltratada por los médicos. Después de unas horas fui puesta en libertad.

De la 5ta unidad donde se encontraba detenido Michel Iroy, fue trasladado hacia la
unidad 7ma de la Lisa. Después de dos horas fue conducido hacia San Miguel del
Padrón y puesto en libertad, los otros fueron dado de libertad después de varias horas
de estar detenidos.

Dania Virgen García García

Friday, January 7, 2011

Monday, December 13, 2010

OPERACION 'MINCEMEAT' ~~~~"Se tragaron toda la carne molida"

El veneno para matar ratas no le ofrece a los desesperados una muerte fácil. Pero fue con eso que Glyndwr Michael, desempleado y sin techo en el invierno de 1943, decidió acabar con su vida.



De la morgue al mar
                                                     




Luego de estar tres meses congelado en una morgue su cuerpo fue llevado en barco a la costa del sur de España como parte de una intrincado plan para engañar a los nazis.



Los agentes de inteligencia Charles Cholmondeley y Ewen Montagu transformaron el cadáver en un soldado ficticio –el capitán William Martin– tras haber invertido meses creándole un pasado creíble.





Los objetos del ficticio capitán William Martin.

En sus bolsillos había un documento de identidad, talonarios de boletos y recuerdos de una novia.



Esposado a su muñeca llevaba un maletín con una carta con la inscripción "PERSONAL Y SECRETO", que identificaba a Grecia como un sitio a invadir por las fuerzas aliadas.



Grecia era un blanco simulado: el plan real era invadir Sicilia.



Cuando el cadáver fue encontrado flotando cerca del puerto de Huelva, se pensó que se trataba de un mensajero militar británico que había perecido en un accidente aéreo.



Las autoridades españolas decidieron que había que enterrarlo pronto, debido al calor y al hedor por su estado de descomposición, y colocaron sus pertenencias bajo llave.



Fue un período en el que había mucho espionaje y montajes. Pero Mincemeat fue una operación extraordinaria en tiempos extraordinarios



Amyas Godfrey, del centro de estudios de defensa Royal United Services Institute

Así, el alcohólico vagabundo galés terminó siendo enterrado con honores militares en un cementerio español bajo una lápida que llevaba el nombre de William Martin, RM (por Royal Marines o Marines Reales).



Michael/Martin no fue más que un objeto de utilería en la Operación Mincemeat, una invención de Ian Fleming -el creador de James Bond-, que fue puesta en escena por Cholmondeley y Montagu, los "pensadores locos" del Ministerio de Guerra del primer ministro británico Winston Churchill.



El médico forense de St Pancras -donde encontraron el cuerpo del vagabundo- sabía del plan, había encontrado un cadáver apropiado, sin heridas visibles, y falsificó los documentos para que dijeran que la familia estaba de acuerdo con que se usara. No era cierto: los padres de Michael estaban muertos.



Como corresponde con un engaño soñado por un novelista, la verdadera historia del oficial ficticio se convirtió en una película de Hollywood en la década del cincuenta, "El hombre que nunca existió", basada en el libro que escribió Montagu sobre el complot.


Como revela lo que ha estado publicando WikiLeaks, registrar las debilidades de los otros es parte integral de la información de inteligencia. Así como los papeles diplomáticos estadounidenses filtrados contienen comentarios poco halagadores de líderes de otros países, los archivos británicos de inteligencia de la época de la II Guerra Mundial dan detalles del carácter de los personajes claves de la Alemania nazi.




Son muy útiles a la hora de negociar... o engañar.



"Los creadores de Mincemeat basaron gran parte de su planificación en la personalidad de los espías alemanes. Esto tiene una gran resonancia moderna en los cables diplomáticos filtrados (por WikiLeaks)", le dijo MacIntyre a la BBC.

"Se tragaron toda la carne molida"


Los alemanes precisaron de varios intentos para hacerse con los contenidos del maletín y, tras una tensa semana, las fotografías de los documentos falsificados llegaron al escritorio de Hitler.





El cuerpo inerte de un vagabundo londinense ayudó a cambiar el rumbo de la guerra.

Se la creyó y mandó una división panzer con 90.000 soldados a Grecia.



Montagu y su equipo le enviaron un telegrama a Churchill: "Se tragaron toda la carne molida".



A principios de julio los Aliados atacaron Sicilia. La isla cayó con una fracción de las bajas que el Reino Unido temía.



"Poco después (el primer ministro de Italia, Benito) Mussolini fue derrocado", dice Macintyre.



"Obligado a hacer frente a esta invasión aliada del sur, Hitler canceló una enorme ofensiva contra los soviéticos. Los alemanes estaban ahora a la defensiva. El Ejército Rojo no se detuvo hasta que llegó a Berlín", agrega.



El rumbo de la guerra cambió completamente gracias, en parte, al cuerpo de un vagabundo puesto a la deriva en el mar.



Tomado de:

De cómo un vagabundo muerto engañó a Hitler


Megan Lane



BBC